"Japón inexplorado", narra su viaje por el norte de Japón en 1878. En este relato, Bird explora zonas rurales y remotas, incluyendo la isla de Hokkaido, donde habitaban los Ainu. Su viaje fue un intento de contribuir al conocimiento de la situación actual del país y de evaluar el potencial de Japón para los misioneros cristianos. Bird, valiente y auténtica, desvela la vida rural del interior y las costumbres de las tribus aborígenes, ofreciendo un retrato preciso de la mentalidad y visión europeas de su tiempo.