Esta novela relata el paradójico itinerario de dos mujeres muy diferentes en busca de su independencia, de su autenticidad. Christina Goering, de familia distinguida, rica, solterona y con tendencias místicas, busca su salvación luchando contra la naturaleza, es decir, forzándose a aventuras con desconocidos. Paralelamente a este destino ejemplar, Frieda Copperfield, dispuesta a lograr su felicidad terrenal a cualquier precio, abandona a su marido y su existencia convencional en el curso de un viaje por Centroamérica y se pone a vivir con una joven prostituta panameña. Este doble itinerario «a tumba abierta», flanqueado por los abismos de la soledad y la autodestrucción, está tratado, sin embargo, con un ingenio puntiagudo, un traicionero sentido del humor, una comicidad granguiñolesca. Los personajes son gloriosamente impredecibles, excéntricos, alejados de toda lógica de normalidad social.