Resumen: | Si el estudio de la diferencia hombre-mujer es un tema de gran interés en nuestra cultura, debe ser un aspecto fundamental en los estudios de historia de la familia. Todos los sistemas familiares tienen, implícita o explícitamente, una concepción de lo masculino y lo femenino y un modelo ideal de relaciones varón-mujer, lo que a su vez produce un tipo u otro de sociedad. En este libro se estudia la diversidad regional en los sistemas familiares desde la óptica de las relaciones hombre-mujer. Para el autor, buena parte de esta diversidad regional se debió al distinto protagonismo que hombres y mujeres tuvieron en la organización familiar; este distinto protagonismo tuvo consecuencias sociales, demográficas y económicas. Este trabajo descubre regiones más "femeninas" y regiones más "masculinas", según el mayor o meno protagonismo de cada sexo, lo que a su vez se traduce en sociedades con rasgos diferentes: distintos modos de organizar el espacio, diferentes regímenes demográficos o, incluso, posiblemente, estructuras económicas y sociales diferentes. |