501 | $aEra una mujer inteligente y poco dispuesta a bregar con una vida que se le antojaba tan gris como el cielo de su Irlanda natal. Se llamaba Daisy Bates y en 1885, cuando contaba poco más de veinte años, embarcó en un viaje a Australia con la firme convicción de disponer a gusto de su futuro. Fue así cómo pudo casarse y luego declararse viuda a expensas de la realidad, cómo pudo tener un hijo que luego olvidaría, y cómo decidió instalarse en una tienda de campaña en medio del desierto australiano durante treinta años, sin perder la costumbre de vestir eneguas y tomar el té de las cinco. Allí, rodeada de arena y acompañada por sus fieles aborígenes, Daisy Bates encontró el tiempo y el sosiego suficientes para mentir con desenvoltura y crear para sí una vida interesante, dejándonos como testimonio unos folios llenos de palabras hermosas e inciertas. Con esas palabras y poco más, Julia Blackburn empezó a investigar, y lo que ahora nos entrega es el magnífico resultado de un trabajo que supera los límites de las biografías al uso para acercarse con imaginación y tiento a lo que fue, o pudo ser, el desierto de Daisy Bates. |