En conjunto, Un apartamento en Urano es un testimonio de disidencia corporal contra la violencia operada desde taxonomías modernas y binarismos como hombre/mujer, heterosexual/gay, natural/ artificial, material/performado o humano/no-humano, para reclamar los cuerpos, ecosistemas y redes de lo impuro y las interdependencias e interconexión entre lo diferente.