Mezclando el amor con el arte, la poesía y la política, Las musas rusas pasaron por el siglo como un reguero de pólvora, suscitando pasiones y asombro. Olga, que se convirtió en Picasso, Gala, que fue Éluard antes de Dalí, Elsa, la inseparable de Aragon, Dina, la inspiradora de Maillpol, Lydia, la de Matisse... Todas eran rusas y unas mujeres excepcionales. Las musas rusas rinde homenaje a esas mujeres que hicieron de los hombres sus creaciones artísticas.