Este libro es un balance de los efectos que sobre las mujeres de américa latina ha tenido la crisis económica de 1970. En situaciones de crisis se intensifica la utilización de mano de obra disponible, dándose una apertura hacia actividades económicas complementarias de las ya existentes. El desempleo incide de forma diferencial sobre las actividades, según su grado de cualificación y también sobre las personas. De esta forma la actividad laboral de la mujer no solo es afectada por la crisis en tanto que agente económico, sino también por su rol social. Se analizan las formas de organización femeninas latinoamericanas frente a la presion social a que se ven sometidas y destaca el papel jugado por el movimiento feminista en América Latina.