`Nada es diferente después de todo` es una novela que propone un viaje al tiempo de la romanización, en los primeros años de nuestra era, de la mano de las mujeres que se vieron obligadas a acompañar a padres, esposos o amos a tierras desconocidas y a menudo hostiles. Es un viaje también de la mano de las mujeres que las recibieron y con las que convivieron. Rostros femeninos, romanas y basconas, fueron un colectivo social sin identidad en la historia, vendidas, esclavizadas y sexualmente utilizadas a las que Begué quiere visibilizar. `Lucharon por sobrevivir y mantuvieron a flote familias y poblados, defendieron su identidad y su dignidad`, subraya la autora.