A través de una ingeniosa simulación epistolar, Francoise Sagan nos presenta en estas páginas una biografía nada tradicional. Se trata de un insospechado retrato-caleidoscopio. Lejos de quienes ensalzaron a Sarah Bernhardt y de quienes la condenaron, toma el partido de interrogar `directamente` a la heroína. De las mentiras y las confesiones de la primera estrella del teatro, surge una verdad que huye de los rigores de la verdad clásica y de la dudosa blandura de la mitomanía. Una verdad ambigua que nos muestra a una Sarah más vivaz, más ardiente y más inalterablemente graciosa que la que conocíamos hasta ahora.