Primera novela escrita por Elena Soriano. Pese a las diferencias estilísticas y argumentales que existen entre esta primera novela y la subsiguiente trilogía Mujer y hombre también es evidente aquí una confrontación entre los personajes femeninos y masculinos. De marcado estilo realista, se debe, sin embargo, al fruto de su imaginación y la escribió sin más documentación que algunos datos sobre botánica, maderas, entomología, etc. María Alfaro considera la novela `una de las mejores que se han escrito durante estos últimos años en lengua castellana`.