La originalidad del texto reside precisamente en este punto de partida, las coordenadas de tiempo y espacio que definen a quien escribe: el México pobre y popular, los productos que se usan, la música que se disfruta, las exigencias laborales y de la vida doméstica. En otras palabras, el mundo real de un inmenso sector de las mujeres no sólo mexicanas sino latinoamericanas.