Un desahogo largo, sin capítulos, en el que la autora arroja al lector su infancia y adolescencia dividida en dos mundos: el de sus padres, gente humilde de la que se avergüenza, y el de sus compañeras de colegio, a quienes trata por todos los medios de ocultar sus orígenes. Dos universos propios y no encuentra su lugar en ninguno de ellos. Un relato amargo realizado desde un corazón partido por la culpa de querer que tu familia sea otra y la frustración de vivir en un mundo que sabes que nunca será tuyo.