020 $a978-84-323-1740-8
080 $a93
090 $sCompra
092 $aMO_IPES $bMO_IPES $eMO_IPES
1001 $aWikander, Ulla
24510$aDe criada a empleada $bPoder, sexo y división del trabajo (1789-1950) $hLibros
250 $a1ª ed.
260 $aTres Cantos $bSiglo XXI España $c2016
300 $a190 p. ; 22 cm.
500 $aPadilla Villate, José Antonio (Trad.)
501 $aEn De criada a empleada se muestra la evolución que, desde el comienzo de la industrialización, ha experimentado la división del trabajo según los sexos. A pesar de que hombres y mujeres trabajaron en fábricas y se adaptaron a las cambiantes condiciones y exigencias del trabajo, históricamente las mujeres han trabajado por salarios menores que los hombres y su mano de obra ha sido considerada menos cualificada. Incluso la maquinaria que usaban hombres y mujeres fue asignada de acuerdo con el sexo: la máquina de coser, por ejemplo, fue femenina, y el trabajo de las costureras fue, en consecuencia, minusvalorado. Las definiciones de las actividades masculinas y femeninas fueron siempre objeto de discusión y estuvieron sometidas a cambio. Las mujeres constituyeron una fuerza de trabajo que debía diferir de las de los trabajadores varones y ajustarse a reglamentos especiales. Simultáneamente, se les adjudicó a las mujeres la actividad de ama de casa y madre como su papel más auténtico e importante. Así surgió una imagen que ha obligado a las mujeres hasta el presente a aceptar los oficios peor pagados, y ha contribuido a que, a menudo, no tengan una vida laboral plena ni desarrollen una actividad a tiempo completo.
65014$aEdad Contemporánea
65014$aAutora sueca
651 4$aEuropa
950 $aHistoria
950 $aHistoria de las mujeres
950 $aDivisión sexual del trabajo
950 $aDerechos de las mujeres
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951 $aGotemburgo. Suecia
  
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