501 | $aLas Madres de Plaza de Mayo viven en la memoria de sus hijos, en sus sueños, preguntan con insistencia acerca no de un enigma, sino de circunstancias concretas, actos perversos y asesinos del Poder, que involucran a los militares, los políticos, los burócratas, sindicales, los empresarios, los sacerdotes, en suma, a todos aquellos que pertenecen al espectro que sigue los mandatos del poder establecido. ¿Ilusas, utópicas, las que ponen el cuerpo en la Plaza de Mayo y son pisoteadas por las caballerías de la policía, las que montan una calesita para los pibes, las que se aguantan el llanto cuando recuerdan, las que están allí y avanzan , con memoria, con su belleza de mujeres, con el alivio del rumor de la multitud? ¿Qué piensa esa mujer cuando llega la noche y todo se vuelve un paréntesis?¿Piensa en la vida que falta y la que se fue, y cuáles son las tareas que la esperan mañana? Inquietas, las Madres marchan cada jueves, se reúnen todos los martes, y el tiempo no les alcanza. |