Resumen: | A la mujer española, esa de ojos oscuros y penetrantes, cuerpo sinuoso y grácil, morena por naturaleza, que cantaban las coplas, se la educó para que asumiera su inferioridad, eso sí, alentándola con el argumento de que era mucho más femenina que la de países en plena decadencia espiritual. |