La calma y controlada vida de una traductora se ve perturbada
repentinamente por las obras que inicia su vecino de abajo. Sin previo
aviso, los golpes de martillos y mazos, el ruido de los taladros y
sierras, de ocho de la mañana a ocho de la tarde, lo invaden todo.
Ella, una mujer amante del orden y la simetría, que no ha perdido
nunca los nervios, ni siquiera cuando su ex marido se lió con su
hermana, siente ahora una furia desconocida. Y un hombre, el vecino
de abajo, es el causante de todos sus males y del infierno en el que
se ha convertido su casa y su vida. Nadie en la faz de la Tierra va a
pensar más en él que ella. Un brillo nuevo aparece en sus ojos y un
único objetivo va a ocupar todos sus minutos: aniquilarlo. Pero
aplastar a alguien es una tarea ambiciosa y absorbente, que requiere
su tiempo, múltiples y laboriosos preparativos y algunos cómplices…