501 | $aEn sus memorias, esta nonagenaria perspicaz, que confiesa que el día que cumplió ochenta y dos años fue el más feliz de su vida, repasa con sonrisa pícara algunos de los acontecimientos de su vida, a la vez que reflexiona sobre la religión, la soledad, el amor o sus preferencias de lectura. Estas enérgicas viñetas se alejan de la melancolía y la tristeza para convertirse en un íntimo canto a la vida, una valiente exploración poco convencional de los límites de la existencia, de lo que significa realmente estar vivo. |