501 | $aÉrase dos veces
una joven llamada Caperucita.
Una Caperucita que,
en esta ocasión,
no temerá a ningún lobo,
no se asustará de unos grandes dientes
y tomará sus propias decisiones.
Érase dos veces es una oportunidad para los cuentos de siempre. Sin sexismo, sin violencia ni desigualdad. Mágicos, divertidos y coeducativos. Cuando empezamos a leer los cuentos clásicos a nuestra hija Violeta, nos dimos cuenta de que le estábamos transmitiendo que las princesas esperan y los príncipes deciden, que los lobos devoran a las abuelitas, que las brujas no son sabias... Así que decidimos reescribirlos. Ahora estamos deseando leėrselos a nuestro hijo Nicolás, porque los chicos también son pieza fundamental en este cambio necesario. |