501 | $aNo hay futuro. La amenaza inminente de la crisis climática, el aumento de la desigualdad y el auge de la ultraderecha han convertido el porvenir en una trampa. Pensar en lo que vendrá parece servir solo a la angustia, y la idea de cambiar el mundo es desechada como una ingenuidad. Incluso imaginar resulta difícil.
En este ensayo, Layla Martínez recuerda que, ante otros futuros aparentemente cegados, muchos y muchas decidieron transformar el mañana. Desde la obra de Tomás Moro a las sociedades piratas, desde las primeras comunas a la ciencia ficción soviética, desde el panafricanismo al ecosocialismo. Fracasos gloriosos y victorias amargas. Sí hay futuro, y tenemos que escribirlo. |